10 señales sigilosas de que podrías tener una enfermedad del corazón
10 señales sigilosas de que podrías tener una enfermedad del corazón
Es probable que conozcas las señales clásicas de un ataque al corazón: dolor opresivo en el pecho y dificultad para respirar. ¿Sabes cuáles pueden ser las señales de una enfermedad del corazón? Estas enfermedades mortíferas no siempre nos atacan fuertemente; algunos indicadores de problemas cardíacos son mucho menos obvios que otros. A continuación, 10 señales poco conocidas de que quizás tengas problemas cardíacos.
1. Cuando estás acostado, te resulta difícil respirar
Si cuando duermes boca arriba tienes dificultad para respirar que muchas veces se alivia al sentarte, podrías tener líquido acumulado en los pulmones, lo que puede indicar una insuficiencia cardíaca. “Cuando nos acostamos, el volumen sanguíneo se redistribuye”, dice el Dr. Jim Liu, cardiólogo del Centro Médico Wexner de Ohio State University. “Al corazón le puede costar trabajo bombear ese volumen adicional de sangre; eso puede causar mayor dificultad para respirar debido a la acumulación de líquido en los pulmones”. Para este problema de salud, conocido como ortopnea, hay que obtener de inmediato atención médica.
Roncar también puede ser una señal de alerta. Los trastornos respiratorios del sueño, tales como la apnea del sueño, “están asociados con el síndrome metabólico, que se asocia a las enfermedades del corazón”, señala la Dra. Eleanor Levin, profesora de Medicina Cardiovascular en la Facultad de Medicina de Stanford University.
2. Cuando caminas, te duele una pierna o la cadera (o ambas partes del cuerpo)
El dolor en la parte inferior del cuerpo puede deberse a lesiones, artritis o estar en mala forma, pero también podría indicar problemas de circulación en las piernas causados por una enfermedad arterial periférica. “Muy parecido a la manera en la que las obstrucciones en las arterias del corazón pueden causar ataques cardíacos, las obstrucciones en las de la pierna pueden ocasionar dolor al caminar”, señala el Dr. Deepak L. Bhatt, director ejecutivo de Programas de Cardiología Intervencionista en Brigham and Women’s Hospital en Boston, Massachusetts. Si están ocluidas las grandes arterias de las piernas, es probable que lo mismo esté ocurriendo en las arterias más pequeñas del corazón.
El dolor por mala circulación muchas veces aparece mientras haces ejercicio y se alivia cuando terminas (la obstrucción limita la cantidad de oxígeno que llega a los músculos). “Cuando dejas de caminar, ya no necesitas tanto oxígeno y el dolor se te quita”, dice Levin.
3. Tienes una disfunción eréctil...
La diabetes o el estrés crónico pueden provocar una disfunción eréctil, pero esta también podría indicar una enfermedad incipiente del corazón, afirma el Dr. Michael Blaha, director de Investigación Clínica en el Centro Ciccarone para la Prevención de Enfermedades Cardiovasculares en Johns Hopkins Medicine en Baltimore, Maryland. La disfunción eréctil con frecuencia es un problema de flujo sanguíneo. Los factores de riesgo, desde el tabaquismo hasta la hipertensión, son similares para la disfunción eréctil vascular y la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica (un endurecimiento de las arterias). La causa primordial de ambos trastornos es una disfunción endotelial que causa dificultades en la expansión y la contracción adecuadas de los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo al corazón y al pene.
4. ... o padeces resequedad vaginal
No solo los hombres tienen problemas de flujo sanguíneo. En un estudio, el 84% de los hombres y el 87% de las mujeres con insuficiencia cardíaca dijeron que tenían algún tipo de disfunción sexual (en inglés). Para las mujeres, las señales pueden incluir resequedad vaginal y una disminución de la libido y la sensibilidad en el clítoris: por una disfunción endotelial, los vasos sanguíneos pierden elasticidad, lo que afecta el flujo de la sangre hacia los órganos sexuales.
“El primer paso para una enfermedad cardiovascular o una enfermedad de las arterias coronarias es la disfunción endotelial”, afirma el Dr. Ernst von Schwarz, cardiólogo, investigador y profesor clínico de Medicina en Cedars-Sinai Medical Center y en University of California, Los Ángeles. Esto conduce a trastornos de los vasos sanguíneos al igual que a alteraciones del flujo sanguíneo, producción de placas ateromatosas, calcificación y obstrucción de las arterias y, a la larga, un ataque al corazón.
5. Tienes los tobillos hinchados
Cuando el corazón no bombea sangre de manera eficiente, ambas piernas pueden hincharse debido a una acumulación de líquido. En un estudio de adultos sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares (en inglés), se descubrió que la acumulación de líquido en las extremidades inferiores se asociaba con hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca en el futuro. Otra causa de hinchazón es que las venas de las piernas no pueden transportar líquido de regreso al corazón. A los pacientes con problemas por insuficiencia cardíaca a menudo se les hinchan ambas piernas. La hinchazón en una sola pierna puede deberse a un coágulo sanguíneo o a una infección. Si tienes las piernas hinchadas al mismo tiempo que sientes síntomas de una insuficiencia cardíaca, como dificultad para respirar, llama a tu médico.
6. Te sientes sumamente cansado sin ningún motivo
Si te sientes agotado al realizar actividades diarias —como, por ejemplo, necesitas descansar mientras estás arreglando la cama—, podrías tener una arteria coronaria obstruida.
La mayoría de las mujeres mencionan que antes de tener un episodio cardíaco, su primer síntoma fue agotamiento, dice Jean McSweeney, profesora emérita de la Facultad de Enfermería de University of Arkansas for Medical Sciences. El agotamiento puede aparecer meses antes que un ataque al corazón y podría ser ocasionado por una disminución del flujo de la sangre al corazón. Si sientes un cansancio inusual al hacer actividades rutinarias, llama a tu médico.
7. Te despiertas para orinar
Despertarse para orinar no es algo que solo nos sucede cuando bebimos demasiada cerveza. Un corazón débil bombea menos sangre a los riñones, lo que puede causar acumulación de líquido, y tobillos y piernas hinchados. Al estar acostado, la gravedad drena el líquido de las piernas, que se transporta de vuelta al corazón. Los riñones tienen más líquido que filtrar, y eso aumenta la necesidad de orinar.
La micción nocturna puede aumentar con la edad, en particular entre los hombres con un agrandamiento de la próstata y las mujeres con problemas de incontinencia. Pero es preocupante si te despiertas para orinar más de una vez por noche, dice Bhatt, en especial si además tienes los tobillos hinchados.
8. Tienes mal aliento
El mal aliento se debe a la presencia desenfrenada de bacterias, y puede perjudicar más que solo tu vida social. Las bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo por medio de encías enfermas o sangrantes; eso se ha vinculado a inflamación, arterias obstruidas y derrame cerebral. “Existe una correlación entre las personas con una enfermedad periodontal y las personas con una enfermedad cardiovascular”, dice David Genet, un periodoncista en Florida.
9. Descubres bultos de tejido graso
Estas lesiones, conocidas como xantomas, parecen como depósitos de calcio en los tendones y pueden indicar niveles de colesterol sumamente elevados. Los xantomas tendinosos por lo general aparecen cerca de los tobillos y los codos, y son muy prominentes entre las personas con antecedentes familiares de colesterol alto. En un estudio se descubrió que el riesgo de una enfermedad cardiovascular (en inglés) era tres veces mayor entre los participantes con hipercolesterolemia familiar, una predisposición genética al colesterol alto.
10. Sientes náuseas
Las náuseas sin causa aparente pueden indicar una insuficiencia cardíaca, dice el Dr. Nicholas Ruthmann, cardiólogo de Cleveland Clinic. Cuando el corazón se esfuerza para bombear sangre, el líquido y la presión pueden acumularse en los pulmones, el abdomen y las extremidades inferiores. Estar hinchado y retener demasiada agua puede ocasionar náuseas, la sensación de estar lleno rápido y una disminución del apetito.
También existe un vínculo entre las náuseas y los ataques cardíacos (las mujeres son más propensas a decir que un síntoma de un ataque al corazón fue que sintieron náuseas). Quienes tienen insuficiencia cardíaca o ya padecieron un ataque al corazón deben estar atentos a las náuseas persistentes que aparecen junto con hinchazón, aumento de peso, inflamación en las piernas o los tobillos, y dificultad para respirar.
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